Nos hicieron para el odio,
somos ofrendas
para este demonio
y nuestros cuerpos son la vasija
donde cosecha sus fines malignos,
anarquicas ideas anti todo,
anti humanos.
Una sociedad agresiva
forja nuestro caracter
y la debilidad
endurece nuestra carne.
Somos Tarzanes modernos
abandonados en esta jungla
de cemento,
trastornados y buscando cumplir
una venganza que heredamos de nuestros padres.
Hay que matar al padre superior (Dios)
por dejarnos indefensos
a la espera de que la vida
nos devore.
El diablo tampoco ayuda,
quieres venderle tu alma
y el jodido jamas responde,
supongo que no valen tanto como dicen.
Somos pedazos de excremento
que caen del cielo,
no somos un milagro...
¡Somos una jodida desgracia!