Estaba completamente de acuerdo con todo
la mesa parecía optimista;
entonces entró, tirando la puerta el desacuerdo,
golpeó mi rostro, no pude decir nada,
tomó mi mano y salimos del cuarto;
Me dijo:
"Para estar bien con el mundo
no aceptes todo lo que él te propone."
me abrazó y partió...
Ahí quede, fuera de casa,
con razones de sobra para ser más hostil,
para pedir la revancha,
para nivelar la balanza.