Mis ojos tiemblan
al entrar al paraiso de tu mirada,
embriagándose
con la esencia seductora,
irradiada de las pupilas tuyas.
Muero de placer
al sentir el salpique de tus ojos
sobre los sentimientos,
acelerando codicias de vagar
en tus encantos.
La dulzura de tus besos,
se escurren de la comisura de tus labios
a los míos,
engalanándolos de ternura.
Tu sortilegio de mujer
perder hacen la cordura del entendimiento.
Enajenando
el juicio de mi razón.
bambam