Quiero que me recuerdes, y que al recordarme puedas sonreír;
Porque esa sonrisa significará cada momento, que compartimos;
Déjame vivir en lo más profundo de tu corazón,
Y que tu alma sea mi parque de diversión.
Déjame jugar con tus pensamientos
Y con mi presencia invadirlos sin cesar, para que no me puedas olvidar.
Regálame un poco de fe y de esperanza, con tus sueños y tus anhelos;
Para siempre ser un niño eterno y nunca dejar de soñar
Y cada vez que te sientas triste podre recordarte
Que cuentas conmigo para jugar y hablar de banalidades.
Recorriendo juntos el camino de regreso
Que nos recuerda todo lo que hemos construido
Todo lo que hemos vivido y lo que todavía nos falta por vivir.
Recuérdame por siempre; por si algún día yo me pierdo,
Tú puedas rescatarme y ayudarme a regresar a mi camino.
Recuérdame cuando sientas frío, porque con el pensamiento
Yo te puedo acobijar y en tus noches de desvelo
Platicare contigo y esperare a que puedas dormir
Y asumiendo que descansas, velare tus sueños
Déjame ser tu ángel de la guarda. pero solo recuérdame como tu amigo.