Justo detrás de la ilusión se esconde
bajo la mirada atónita del silencio
la soledad,-asesina de sonrisas- que atrapa.
Dueña de voces que son para la pobreza del alma
como migajas de pan zurcidas con hilos de hambre,
como bocadillos de dicha caducados, como
fantasmas que vagan en el patio de la casa
que de tanto hacerlo
se adueñan por completo del alba.
Pienso que deberías impugnar tal intromisión,
que deberías vestir tu atuendo blanco y salir
con la sortija de humildad en el bolsillo
para pedir
su mano a la esperanza, que deberías volverte mar
y asolear tu rostro en transparencia,
nombrarte lucero e irrumpir
cuando haya oscuridad.
Nada queda después de que te ha mirado el desatino,
después que la esperanza se ha vestido de cordura
y mucho menos después de acallar
los anhelos
tratando de no despertar al futuro
para seguir acariciando a la indulgencia.
Autor……Rafael Elias Huerta
.