Peregrina

ÁNIMAS

 

Cada noche en mi reposo

tengo visitas inesperadas,

son las ánimas penando

que me acosan obstinadas.

 

Inmisericordes me atormentan

sin pensar en mi descanso,

me traspasan incorporeas

y la ingravidez yo palpo.

 

En mi insomnio se solazan

y el sueño que repara

no me dejan conciliar;

por favor, almas en pena,

por favor, déjenme en paz.

 

Al cielo imploro que se cansen

y se aparten de mi lado,

balancean todo mi lecho

regodeándose en el acto.

 

Son traviesas estas almas,

no han encontrado reposo

y vienen a mi presencia

a divertirse un poco.

 

Ánimas del purgatorio,

por piedad, ya no se atrevan,

que aunque bien las considero

búsquense otro a quien ofendan.