jaimen apolinar

ÚNICA NOCHE

La palabra se amordaza

dividiendo en silencios

el sendero descrito

sobre el cuerpo del placer.

Atesorantes gemidos

que descubren sus dientes

en la oscuridad de una cama.

Es el lugar de los olvidos,

inspiación de las manos

mientras el alma se quiebra

ansiando la muerte.

Toda la locura

condensada en un minuto

ya nunca irrepetible.