A veces tu nombre escapa de mis labios
como una mariposa,
azul como vos,
fuerte como vos,
destinada a volar,
sin una flor determinada.
Escapas de mi pecho
desnuda y fuerte,
mariposa de fuego
que llevas en tu pecho
la llama que calcina
y que te hace eterna;
mariposa,
llamarada azul
hazme cenizas.
Henry López.