Con el frio de la mañana he amanecido,
cuando el reloj dijo ya es hora
me quise negar rotundamente a levantarme,
estire los brazos esperando encontrarte aún dormido.
Encontré el otro lado de la cama vacía,
fue entonces cuando caí en la cuenta
que desperté arropada en un hermoso sueño contigo.
Una taza de humeante café fue mi compañía
despertando los amodorrados sentidos,
poco a poco por mi ventana el sol se fue colando
y recordé que para ti ya es medio día
Me senté al sillón, sola contigo,
el vapor del café dibujo perfectamente tu rostro,
estábamos frente a frente
respirándonos en cada sorbo.
Disfrute su sabor como si fuera tu boca,
saboree cada trago de tu dulce cariño,
cerré mis ojos y te imagine…hasta el último sorbo,
quitándome lentamente la ropa…………