*
En cada esencia de mi cuerpo inerte,
tu aroma ha sembrado la flor más bella,
amor de primavera ha sido tenerte,
como divina luz de mis estrellas,
mujer, eres la dueña de mis noches,
yo tan sólo vivo para quererte,
quédate, sueño eterno, aquí a mi lado,
déjame saciar tu alma como siempre,
rosa nocturna que a mí has llegado.
**
Yo espero que tu aliento cada noche
se cuele hasta el infinito de mi ser,
bésame, hasta que mi piel no soporte,
y duerma entre tus brazos de placer,
amada mía, regalo de los dioses,
espera conmigo el fugaz amanecer.
***
Cuando te vas, me queda esa ventana,
horizonte tan gris, tan perdido,
carente de caricias y de amores,
sol que te vas por la mañana.
Pero, cuando la noche se acerca,
florecen en mi mente los colores,
los ritmos nocturnos sobre mi alma,
se van de mis sentidos los temores,
se los llevan tus besos cuando me amas.