nebular rondo
tu piel de luna
con los jirones del letargo
tejiendo en el pecho
espumas
liberé la sustancia
del recuerdo y vuelvo a convertir
ese pan en otro miedo
Laten dientes como estrellas
La noche cierne
su mandíbula crepuscular
mientras
se agitan fieras
bebiendo de charcos
nacidos al calor de los desagues
No asumo un nombre
para que me llames
cuando renazca
dentro
de tu cuenco pluvial
del que a veces bebo
con penosa
sed de mar