Gracias por estar en mi alma.
Siempre lo estás.
Si en algo te he ofendido, perdóname.
Siempre quiero tal vez
obtener más de lo que me otorgas.
Muchas compensaciones te he pedido.
Nadie soy para pedirte
más de lo que me das.
No quiero incomodar tu alma.
No quiero te sientas mal.
A veces soy yo el que mal se siente.
No comprendo lo que tengo.
Soy un egoísta.
Pero mi alma te canta
canciones que siente.
Letras que no tendría que decirte...
no puedo con mi forma de ser...
pero es porque no me lo propongo.
Trato, un poco, y no lo logro.
Pero tú sabes que no soy malo.
Soy un sentimental romántico
que pretendo más de lo que tengo.
Y por nada del mundo
quisiera perderte.
Perderte... tanto he perdido...
y contigo estoy teniendo la
felicidad pretendida.
Me conformo con lo que me brindas.
Quédate tranquila.
No he de pretender más.
Lo importante es que no me abandones.
Tan lejana estás...
pero la distancia no importa,
lo que importa es que me acompañes
a vivir, a soñar, con lo que
solo me puedas dar...
Tú, ya te lo he dicho,
representas en mí,
como la presencia de la Virgen María,
y la de su hijo, Jesús.
Viven ellos en mi alma,
como en ella también estás tú.
Anula mis pretensiones,
y ten en cuenta que contando
solo con tu amistad, amada mía,
he de conformarme.
No quiero perderte.
No quiero dejes de existir en mi vida.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 02/05/2013)