ni un adios me dijiste,
ni de defensa tuve oportunidad,
escuchando tu sermon
simplemente me quisiste y por no ablar,
para los 2 se termino
se acaron las caricias,
en la mañana algunas risas,
y por no hablar se termino
se que no es buena la despedida,
por si queda alguna llama encendida,
mejor apagarla con un simple adios,
ya todo se acabo el dia de hoy,
ahora extraño tu silueta,
la sombra de una caricia,
que en una intencion solo quedo
aquellos besos a escondidas,
aquella mirada que asesina,
que a mi me facino
tarde es que siempre hablamos,
siempre tarde nos quejamos,
siempre es cuestion de tiempo,
y por ahora termino...