Insano sentimiento ahuyenta mi cordura
por obcecado ímpetu de anhelos singulares,
tormentos que en clamores demandan despertares
martillan mi consciencia llamándola a premura.
Fustiga mis ideas razón que desfigura
e infesta al corazón con férreos titilares,
retumban sollozantes osados palpitares
mientras con cada instante mi rostro transfigura.
La mano que se eleva con firmeza nervuda
por brazo que se yergue valiente y desafiante,
la mirada incisiva se afirma corajuda
inquiriendo en el ojo del ciego gobernante.
Vocifera la patria la violación ceñuda,
lo que la desvergüenza alude al ignorante.