A Tizzia
Tu risa morena me tiene ofuscado
la tiene la noche, la tiene el soldado.
Tu risa despierta las nocturnas aves
que duermen en la luna sus enjambres.
Tu risa morena: cenicero desbocado
que cuando llegue mi hora, asomado
estaré cerca del pórtico de tu boca
en las brasas que tu fuego evoca.
Tiene tu risa un algo de palpitación
una postrimería que lleva a la frustración.
¡Oh, tu boca es pagana, tu sonrisa
no tiene escuela, ni muerte de brisa!
Tu sonrisa es sicalíptica y labial,
que no te miren los astros desde su sinodal
caerían como yo de inclinación lenta
¡a morir de polvo en cualquier tormenta!