Me iré…
Y mi presencia será un simple recuerdo en tu mente,
que vagará como vagan las sombras en medio del día,
y se esfuman en medio de la oscuridad.
Y seré como esa sombra inquieta que busca
entre los rincones de tu sentido una razón
para ser amado, para ser querido.
Me iré…
Y no quedará nada de mí mas que el aire,
solo el aire que respiré y las manías,
que recordarlas me atormenta el sueño…la ilusión
Te deseo toda la dicha y bienaventuranza del mundo;
que seas feliz, más que el canto de los gorriones,
mucho más que el aroma de las dulces flores…
Mientras yo, acostumbrado a la dulce soledad
buscaré, en medio de la nada, un motivo
para ser amado, para se querido.