ULISES CAPELO

Reflexión para mis hijos

Ciertamente

que el desánimo

es presagio

de fracasos enormes;

ustedes en mi mente,

insigne

custodio de mis sueños,

varían sentimientos

con los que a diario

juego a vivir.

 

Su constancia,

íntima femenidad

ligada al esfuerzo

nutre de sabios consejos

mi alma,

ignorando que yo,

mortal terreno

siento cansados

mis brazos

y quiero

renunciar a seguir.

 

Tal vez

el día

en que conquiste todo

haya olvidado

el sufrimiento precedido

y sintiéndome grande

quiera estrujar lo restante

y lanzarlo

al vacío

del egoísmo

y la revancha,

sin reconocer

valor alguno

a nada.

 

Por eso…

sintiéndome inmundo

tengo miedo

en crecer mi estatura

entre estatuillas;

y por el contrario

pequeño como soy

para ustedes aspiro

la grandeza...!

reflejada en la dignidad

amasada

con el fermento

del pan justo.