Infinito el mar negro de puntos destellantes, distantes,
rodeado de nebulosas que si pudieran,
cada una contaría su fabula
y la hormona se elevaría como falta de gravedad.
Y así; en la brevedad de mi muerte, recorrer constelaciones,
unir a las naciones, prolongar el instante
en el que puedo mirar a los ojos al sol,
ver el planeta desde el espacio exterior y una vez más,
antes de tirarme al agujero negro estelar,
despertar mi mas exigente placer
y morir de la mano con mi sincera amiga, soledad.