Inquieta se percibe la esencia
de las flores mañaneras,
¿Será que las llama la primavera?
o sólo lo harán por conveniencia.
El viento la esparce como eterna
son como caricias en el alma
y con delicadeza conserva
cada gota de rocío que derraman.
Arrastrando la lleva el aire
sin titubeo alguno
eso hace su floración más grande
y por ende, más oportuno.
Todo aquello que le da sentido
respirando tan profundo
va dejando el corazón esparcido
Alimentando este amor mío
y con ellas me alegro y me perfumo