He-me aquí, distante, pensando que el mañana es,
sólo el mañana...
mira como cae la noche y en su espesura
mi silencio se hace eco de la nada,
y la nada es la nada, a través del todo ...
más allá de las sigilosas distancias
que perdidas en el espacio, se evaporan en el tiempo
llenando el alma de una fragancia
dulce como la miel y también amarga como la hiel ...
Y vuelo lejos, muy lejos...
a través de las distantes praderas
que trepan en la obstinada inmensidad de mi alma de poeta,
que se enlaza al ahora,
al después y al jamás,
porque el tal vez, es sólo una leve ilusión
que se conjuga y se mezcla
con la demarcada extensión de la muda palabra
que rompe el silencio del delicioso éxtasis
de ser y no ser al mismo tiempo.