Mi vida transcurre entre la enfermedad de Parkinsonismo y tomo al día unas veinte pastillas que por cierto me van bien ya que cubren la falta de dopamina en mi cerebro y muchas otras zonas más de mi cuerpo a mis 59 años y llevo seis Jubilado, por esta enfermedad que cada día va a mas, aunque como no hago abusos en ningún sentido me encuentro bien y paseo por mis días dentro de la depresión que ahoga mis ganas de salir a la calle, hace cinco meses pesaba 72 kilos y ahora por mi sedentarismo empujado por mis depresiones peso 91 kilos, pero bueno espero coger otra vez la bici y empezar a sudar para bajar de peso y subir mi auto estima, eso digo todos los días pero al final me quedo entre las cuatro paredes encerrado en mi tumba terrenal, es muy fuerte este sentir que apoca mis ganas de vivir, dentro de mi enfermedad....mi hijo Mayor Modesto de 35 años es Autista desde los 3 años, mi hija de 34 años quiere separarse con dos hijos uno de 15 años y mi nieta de 14 y mi hijo menor de 28 años está ya más de un año en el paro y este mes se le termina esta remuneración, por esto y por mi dedil enfermedad, me encuentro en una encrucijada infernal, que espero que Dios me ayude a salir de este triángulo de dolor corporal y paternal este es mi castigo y a veces me pregunto ¿Señor porque vivo?
Señor ayúdame a remontar de este socavón, Que dibuja todos mis sentimientos Y me lleva hacia un precipicio, de depresión De la cual no puedo salir de mis tormentos, Que ahogan mis sentimientos, sin compasión, Esto es una carrera hacia mis vacíos inciertos Ya no sé a veces, ni que hago en esta prisión, Donde vivo y me gustaría huir, entre mis sueños
Modesto Ruiz Martínez/ sábado, 04 de mayo de 2013