Solo faltan doce horas para verte
Y ya estas delante de mi día
Solo doce horas, casi es eterno
A veces deseo no desearte
Para no saber qué es el tiempo
Doce horas y un minuto es demasiado
Porque será así de labil mi pecado
Por vos, por mi, por habernos iniciado
Sos un pedazo de jardín lleno de flores
Uno de mis robles deshojados
Sos el amanecer de las calandrias
El abrazo con el mate
Los rezongos conculcados
Sos los ojos despertados
Por esa mañana compañera
Sos la que estuvo en otros lados
Para recalar en mi morada
Será por eso que doce horas
Parecen demasiado