Van recorriendo el pilar de la centella
cinco pares de infinitos sucesos
cuando la palma entra en fusión
con la región donde se estrecha
la dureza y la suavidad vertida
de estrellas en lánguidos recuerdos
y melosos cantos en suspiros yertos
suspendidos en el borde del abismo
presentes en la miel de la locura
donde los aposentos se unen
cual exploradores inciertos.
Renace la alborada pintada en la mirada
se refugian los muslos sedientos
en la sedosa sábana manchada con el rictus
que cubre la cumbre de cuerpos glaciales
que se despiertan al suceso de besos y templanzas
embrujondo el patio del recuerdo.
Reverberan sucesos en lamentos,
en lánguidos lamentos
en lamentos infinitos
débiles y fuertes
por llegar al abismo profundo del futuro
derramando el rotismo lánguido...
y suspiros...
suspiros de recuerdos y melancólicos momentos
al partir las almas y separar los cuerpos...
del par de amantes... en encuentro.
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