Soné ser en su vida el cálido amanecer,
luz que adornara nuestras alboradas.
Fuí en tu camino paraíso lejano
de sal y risas,
Tú fuiste en la mia luz de un sólo dia eterno,
yo fuí en tu camino mirada cómplice
de entrega libre,
de corazones que se reconocían siendo desconocidos,
Fuiste en mi mar el golpe de una ola,
y en mi cielo el sol que iluminó el alma mía.