Amor, estos días los he vivido
con muchos miedos, con incertidumbres,
con broncas internas, con desconciertos,
y con una total inseguridad.
Cuán tremendamente solo me he sentido,
ante la duda de tu amor...
La simpleza de mi alma, solo contigo vive.
Tengo tantas angustias por esta soledad,
que a veces no quisiera existir...
Mis sueños están desvanecidos, opacados...
como si fuesen seres a los cuales amé,
y ya he perdido...
Todas las noches sueño...
estoy en él en una oscura noche,
sin nadie a mi alrededor,
solo en el fondo de ese oscuro camino
veo una luz... una luz de esperanza...
esa luz, que mis ojos han guardado
en ellos... al despertarme
siempre se que es la luz de Dios,
que desea guiarme al camino del amor...
de ese amor que siempre soñé...
y que a través de mi búsqueda errante
encontré, en ti...
Toda mi vida he soñado con mi triunfo...
¿qué es triunfar? es lograr lo que el alma desea,
llegar... alcanzar una meta en la vida
en la cual obtenga la plena felicidad
del éxito, de los aplausos...
Es difícil hallarlo, muy difícil...
mi vida está contagiada de esperanzas,
de anhelos, que a veces no se logran...
pero... qué más importante existe
en la vida de un ser, más fuerte
que el significado "amor"...
Nada de lo que no pueda otorgarme
la vida es tan importante como amar,
y ser amado...
¡Cuántas veces te lo he dicho!...
¡Cuántas veces te lo he dado a entender!...
con mis silencios, con mis atrevidos pensamientos...
que a veces te he expresado.
Desde aquella noche en que te conocí,
vivo pendiente de todo lo que haces,
de todo lo que expresas...
pero tú sabes muy bien, que soy un soñador...
Recuerdo constantemente las noches que juntos
hemos pasado... noches soñadas...
¿fueron realmente soñadas o vividas?
No, me estoy mintiendo a mí mismo...
no ha sido una realidad,
ha sido solo un sueño...
Todas las noches sueño... contigo...
a veces creo que no estoy en mi sano juicio...
y que lo mío es una locura de amor...
Todas las noches rezo...
no hay seres en el mundo
que no existan en mis plegarias...
todos, todas están...
gente que conozco y que también nunca las he visto.
Pero mis oraciones están con todos ellos.
Te entrego mi alma, mi corazón,
toda mi existencia si fuese necesario,
para que creas lo que voy a decirte.
El eje de mis oraciones eres tú, amada.
¿por qué cuando uno ama,
a veces no puede ser correspondido
en la misma forma?
Antes solamente me acostaba,
y me dormía pensándote dulcemente... ingenuamente.
Eso era antes, no ahora.
Mi ahora es soñarte de pies a cabeza.
Con locos y febriles deseos de tenerte
en mis brazos, tú y yo, completamente desnudos,
sin pudor, sin vergüenza...
solamente los dos existimos, pero...
¿es esto una realidad, o sigue siendo un sueño?
Dios te ha enviado a mi vida.
Realidad o sueño, solo algo te aseguro:
nadie ha de amarte como yo te amo.
Nunca, nadie. Te lo aseguro,
con toda la seguridad de m i alma.
Con toda la tibieza de mi desnudo cuerpo,
que siempre desea estar junto al tuyo,
disfrutando de nuestros besos, abrazos,
caricias e inolvidables penetraciones,
que solo como tú y yo,
solo dos amantes del amor, pueden tener.
Dios te ha enviado a mi vida,
sintiendo tu presencia en todo momento,
como una realidad... o tal vez como un sueño.
¿qué es lo que a ti, amada mía, te agradaría?
¿que sea esto un sueño, o que sea una realidad?
La vida me ha despojado de muchas cosas.
Materiales, personales, artísticas...
pero teniendo tu amor...
todo es pasado, un pasado con alegrías y penas...
¿pero cuál es mi presente?
Mi presente eres tú...
¿sueño o realidad Señor Nuestro?...
Oh, Señor, tú nunca mientes,
como yo contigo, siempre has sido sincero...
si no fuese una realidad...
preferiria, esta vez, que me mientas...
mi alma está contigo, y con la de ella...
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 05/05/2013)