Déjame aprisionar tu hombría
con la tersura de mis senos
y paladear despacio tu piel
con la punta de mi lengua.
Dale libertad a mis ansias
mientras muerdes mi cuello
en un arrebato de placer
y prometo que dejaré abierto
el cielo de mis ojos para ti.
Explora en la profundidad
de mis entrañas y escribe
tu nombre, letra por letra,
sobre la redondez de mi cuerpo.
Ahora, haz que mis gemidos
se escuchen en la lejanía
y entonaremos un cántico
de erotismo en el silencio,
allá donde nada existe
y donde el tiempo deja de ser
cuando cabalgas en mis muslos
una y otra vez, muchas veces.
Crystal CG