Tú no tienes la culpa, la culpa es de estos sentimientos
Que no dejan de sentirte, mucho menos pensarte
Que no se bastan de expresarte.
Que te dan versos que algunas mujeres nunca les han dado
Y que algunas otras solo los van a envidiar
Yo, amada, dandote trato de reina
Y tú, que prefieres estar entre los lacayos
Tú tan apreciada, y a veces optas por la soledad.
¿Quieres dar lo que te sobra? Dáselo a quien te lo pida.
A mi dame lo que es mío, lo que me granjeó día a día.
Quizá la culpa sea mía, por querer hacerte inmortal, con poemas
Y líneas que nadie te ha expresado, ni en años, ni en vidas.
Poniendo trozos de mi alma, en cada palabra, en cada suspiro
Tú no tienes la culpa amor, si llegas tarde, culpa a ese corazón indomable
Yo puedo esperar mil vidas, pero mi pasión tiende a desganarse.