Alejandrina

Mi piel sabe a usted

 

Esta tarde soleada, 

como rebeldía de verano

en medio del otoño,

escolta el delirio de sus besos

hasta mi pecho henchido...

su busqueda, encuentra,

como una espada en llamas,

lacera, urgente.

Sus  manos,

arrean el fuego río arriba 

arando en lo profundo,

un camino hasta el alma.

Usted amor, humedece

mas allá del rocío,

de la niebla que despierta

mis deseos,

Mi piel sabe a usted,

a sendero prohibido

escala ascendente,

sabe a sangre suspendida

en los rosales.

Un grito nuevo se teje

en cada hilo,

mi piel esta tarde

es una granada madura,

desgranada en su boca.


Alejandrina.