Estaba buscando una canción para ti,
para que entiendas qué siento en realidad,
busqué en libros e historias... no la vi...
quería una creación que refleje mi verdad.
Miré atrás un momento sin los ojos abrir,
te vi sentado, mirando rudo, con apenas respirar,
Sabía que eso servía, lo podía presentir,
pues con pocas palabras me enseñaste a pensar.
Entonces me di cuenta de que estaba allí,
la historia que buscaba era la nuestra,
Del orgullo por la sangre que corre en mí,
Esa es la historia que este poema muestra.
De niña no me hablabas a diario,
Llegabas... cenabas siempre en la mesa,
consejos crudos nacían de tus labios,
crecían en mis oídos, morían en mi cabeza.
Un padre cariñoso vivía en mi mente,
aquel del que gozaba cuando fui bebé,
aquel que me llamó Junior en el vientre,
Aquel que con anécdotas inventé...
Llegó mi adolescencia, tiempo complicado;
Pues nos tenías que querer de lejos.
Advertiste lo poco que fuimos de ti amados...
Pusiste nuestras fotos en espejos.
Llamabas a diario y nos extrañabas
Tuve de regalo mi primer celular,
de mensajes de texto mi buzón llenabas,
Entonces te empezamos a añorar...
Con ella lejos de ti y de nosotros,
comprendimos que la vida no era igual.
Tus hijos viviendo en casa de otros,
Y como consuelo, una cuota mensual.
Estuvieron de regreso en mi adultez,
ella de la migra, tú del mar
Logré en su ausencia algo de madurez
de las buenas raíces que lograste sembrar
Tu forma objetiva de enseñarme el camino
la admiro hasta ahora que ya soy adulta
Me enseñaste la forma de arar mi destino,
de amar la lectura y de ser mujer culta.
"Amar el conocimiento es amar la sabiduría",
reza en su primer tomo un gran obsequio...
palabras de tu puño llenas de simpatía,
que guardo en mi memoria con aprecio...
Cariñoso fuiste siempre, a tu manera,
muy pocos abrazos y felicitaciones
con una palmada aprobaste mi carrera,
y hablabas cuando daba decepciones.
Tengo mucho de ti en mi existencia,
te debo mis creencias y costumbres
despertaste en mi vida la conciencia
y siempre te pido que me alumbres...
Eres indispensable en mi camino,
tengo como premio tu paternidad
Por ti mi viejo amado busqué mi destino
E hice de este escrito una feliz Navidad...