No hay un día
para la madre,
ni dos ni tres
ni todo un almanaque
para la madre
la eternidad
lleva siempre su nombre,
escrito en el aire,
y en la piel de cada hijo,
cuando nace.
También con el fluir
de la sangre
de algún sueño
el paraíso de su amor
fue escrito con sus besos.
No puedo condensar
su vida
en un fugaz
primer domingo de mayo,
celebrando,
una infinita sonrisa
que nos viste de sol
cada mañana
cuando la vida transcurre
sin avisarnos de nada,
pero ella esta ahí
con su mirada
nos guia entre sombras
y nevadas.
En silencio llora
cuando te retrasas,
cuando no le cuentas
lo que ella calla,
otras veces
le abre a la risa
las ventanas,
la deja entrar
aunque este cansada.
Es una mujer muy valiente
atraviesa el coraje
cuando enferma tu alma,
nada en la penumbra
cuando ve que te ahogas
entre olas saladas.
Se muere por ti
si con ello te salva,
eres su dolor
su larga esperanza.
Es tu madre Universo
la ultima playa
el perdido refugio
cuando todos te fallan.
Tu madre la única huella
que no borra la tierra
ni siquiera la muerte
puede con ella,
nunca se va
siempre se queda.
Ana@ocaña