Eres inmune a mi descreimiento,
apenas te rozo en la hoja inmaculada
y me desvistes de lo que no soy:
motivándome todos los olores
y febril mirando al horizonte.
Me atrevo, desafiando al quebranto,
a insinuarme con un dedo
sobre tu gaseoso trazo,
de puntillas,
a espaldas tuyas,
sin que sepas de mi credo
para enfermarte mortal.
Kabalcanty©2013
(Ilustración de Horacio Petre)