No imaginé que tú me atraerías
tornándote para mi, más que un reto;
fuiste ese verso de rimar inquieto
que mi silente ardor avivaría
No imagine jamás que tú, soneto,
la paz y mi sueño así alterarían...
y de pronto ante ti me hallaría
fantaseándote tanto en secreto.
Métricamente en ti yo medité,
entre sueños a ti te acorralé.
para darle forma a tu poesía.
Por tenerte dentro de mis escritos
degusto de modo tan exquisito
saber que tu rima también es mía.
Pablo Neruda, reconoció la dificultad de escribirlos,
“Gran padecimiento tuve al escribir estos mal llamados sonetos,
y harto me dolieron y costaron”.