Ayer y hoy.
Si ya mi corazón casi no late,
por las graves heridas que le has hecho,
te pido por favor acaba el disparate
y sin piedad sácalo de mi pecho.
Es patético ver cómo te burlas,
de un corazón que sólo supo amarte,
es mi culpa lo sé por no dejarte,
cuando empezaste a desquiciar mi vida,
llenando de cariño a tu amante.
Pero no puedes siquiera imaginarte,
que cada mujer tiene lo suyo,
no sospechas de cuantos hombres huyo,
porque quieren disfrutar de mi belleza.
Eres más joven que yo lo reconozco,
mas contra mi experiencia armas no tienes,
deja las ilusiones no deseo,
vivir de nuevo el calor de tus pasiones.
Visto ya tengo uno maravilloso,
caballero ,elegante ,distinguido,
hoy conozco la seda deslumbrante
te quedarías ciego con su brillo.
Y estando sobre la mesa de un casino
ninguna jugadora apuesta el resto
si no tiene la carta ganadora entre la manga.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA