(DEDICADA A UNA FUTURA MAMA, DE LA CUAL NO DARE SU NOMBRE)
Ella nada entre flotantes cabelleras.
Y un Hada Madrina teje amapolas
Para coronar su bienvenida.
Nadie la convierte en sirena,
Y sin embargo,
Un mar de ánimas cantantes
Le otorga su belleza.
Ella no conoce el destino de sus manos,
Ahora abiertas… ahora cerradas,
No conoce el destino de sus pies morenos,
Enredados hasta la cintura,
Componiendo un equilibrio entre ellos y su cabeza.
Ella nada entre algas marinas
Mientras sueña,
Esa niña, apenas dormida,
Juguetea con sus órbitas abiertas y ya piensa
En poblar el mundo…su mundo, su riqueza.
Es que Nada sabe de él,
Sólo algunos silencios, caídos de la aurora,
Sólo en ronroneo de su corazón, y sus riñones,
Trabajando noche y día,
Fuerte máquina dadora,
Sólo para que Ella sueñe, y crezca…crezca
Y sueñe.
Mis ojos te esperan,
Dulce niña mía, y también mi voz,
Y mis brazos se ejercitan todas las mañanas
Esperando soportar tú peso, contra todo cansancio.
Ahora en mi vientre estás,
Húmedo marfil marcado por los días,
Sólo es cuestión de tiempo,
Diez semanas anuncian la despedida
Con un fuerte temblor de vientre,
Diez semanas anuncian la bienvenida,
En rostros y sonrisas,
Y ya no será mi vientre,
El que te pueble de misterios no,
Será más grande y más diverso,
Y aunque soportes tu cuerpo, apenas tibio,
Sobre el mío…aprenderás y serás fuerte
Con todos tus sentidos.
Y tus pies ya no bailarán plegados
Empujando anatomía, No,
Pisarán tierra firme, volarán, si esa es tu dicha,
Y tus ojos verán el mundo, Pequeña niña mía,
Y sentirás gritar una golondrina en tu garganta,
Para que luego miles de palabras,
Se te suelten como brisas-
Ya verás, niña mía, en pocos días,
Diez semanas…… Una Vida.
Julio casati