Tizzia Holwin

Pagando a Sabines.

Mirandote al pasar por el sitio de Amor donde

te desnudas igual que La luna sin las nubes

iluminando los caminos entre las piedras del río

cuando el corazón me recuerda que he de llorar.

 

Buscandote en Sabines para aprender a amar

entre los Amorosos en su camino y su transito 

por la hermosa vida, amando sin amar declarando

cuanto es que me dueles al fondo de éste abismo.

 

Te llamo y te busco una vez más, en el asombro

en el iluminado silencio desde entre los escombros

en el después de todo y en el más risueño contácto

buscaré yo tu nombre como Eva busca el de su Adán.

 

Entre los pasillos vacíos, sabiendo que habrá de amanecer

añorando esa humedad de los dulcísimos muslos y pensar

en las cosas que no me digo, ahí hay una niña en soledad

y aprendiendome en ti más que en mi misma, es verdad.

 

En tus generoso ojos cuando no estoy contigo

te busco en mi Sabines y otra carta hoy escribo

donde digo que; después de todo, me doy cuenta

de que me faltas cuando tu cuerpo no está a mi lado.

 

Como una verdad tan dura, tan tibia y tan clara

como el te quiero porque tienes y a las diez de mañana

en que el corazon emprende solo en sueños fuiste

el amor mío, mi amor, amor hallado marinero del mar.

 

Se ha vuelto dolor este llanto, la tía Chofi, Julito y doña Luz

en Tarumba con su boca lloran la muerte del mayor Sabines

a quien rezaremos su me encanta Dios con que amanece el día

en el no es nada de tu cuerpo y sintiendo a la pequeña del amor.

 

Y entnces se, no es que muera de amor en la sombra del agua

o el entresuelo, he aquí que estoy sola y tu estas sólo muero de ti en Sabines de amor de ti, ahora separados del mundo te llamo,

en mi llanto fracasado para que las estrellas vuelvan a funcionar.

 

En ése rastro que me dice, que siempre guardaré ése día

porque se que me tienes en tus manos extrañandote un horal

midiendome en alas por el cielo y en las olas de tu mar

tu tienes lo que busco, yo no lo supongo, sé que es verdad.