Mirandote al pasar por el sitio de Amor donde
te desnudas igual que La luna sin las nubes
iluminando los caminos entre las piedras del río
cuando el corazón me recuerda que he de llorar.
Buscandote en Sabines para aprender a amar
entre los Amorosos en su camino y su transito
por la hermosa vida, amando sin amar declarando
cuanto es que me dueles al fondo de éste abismo.
Te llamo y te busco una vez más, en el asombro
en el iluminado silencio desde entre los escombros
en el después de todo y en el más risueño contácto
buscaré yo tu nombre como Eva busca el de su Adán.
Entre los pasillos vacíos, sabiendo que habrá de amanecer
añorando esa humedad de los dulcísimos muslos y pensar
en las cosas que no me digo, ahí hay una niña en soledad
y aprendiendome en ti más que en mi misma, es verdad.
En tus generoso ojos cuando no estoy contigo
te busco en mi Sabines y otra carta hoy escribo
donde digo que; después de todo, me doy cuenta
de que me faltas cuando tu cuerpo no está a mi lado.
Como una verdad tan dura, tan tibia y tan clara
como el te quiero porque tienes y a las diez de mañana
en que el corazon emprende solo en sueños fuiste
el amor mío, mi amor, amor hallado marinero del mar.
Se ha vuelto dolor este llanto, la tía Chofi, Julito y doña Luz
en Tarumba con su boca lloran la muerte del mayor Sabines
a quien rezaremos su me encanta Dios con que amanece el día
en el no es nada de tu cuerpo y sintiendo a la pequeña del amor.
Y entnces se, no es que muera de amor en la sombra del agua
o el entresuelo, he aquí que estoy sola y tu estas sólo muero de ti en Sabines de amor de ti, ahora separados del mundo te llamo,
en mi llanto fracasado para que las estrellas vuelvan a funcionar.
En ése rastro que me dice, que siempre guardaré ése día
porque se que me tienes en tus manos extrañandote un horal
midiendome en alas por el cielo y en las olas de tu mar
tu tienes lo que busco, yo no lo supongo, sé que es verdad.