El tiempo y la distancia
en mi alma se reducen
y recuerdos aducen
visiones con constancia;
aspiro en tu fragancia
la esencia de mis horas
y en mi sentir afloras
en toda circunstancia.
Delicias son mis días
tan sólo con pensarte
surgiendo al evocarte
mil y una fantasías…
de noche cuando duermo
en sueños me visitas
y en dichas no descritas
mis inquietudes mermo,
no existe un sólo instante
en que no estés conmigo
si en todo te consigo
como verdad flagrante.
Si algún momento esquivo
convoca reticencia
en sorda conveniencia
le mantengo cautivo;
así viviendo vivo
amor puro e intenso
amándote te pienso
en acto compulsivo.
No habrá poder alguno
que quebrante este empeño
de mi vida eres dueño
como no lo es ninguno,
prendida está mi esencia
cual tea es inaudita
por fuego que crepita
ardido de vigencia…
Antorcha en tiempo oscuro
calor del sentimiento,
brillo del pensamiento
que incendia amor maduro.
Luz eres en mis ojos
de mi alma el alimento,
razón con que argumento
en corazón cerrojos…
No habrá poder humano
capaz de disuadirme
o llegue a confundirme
con parlamento vano.
Los meses con sus días
las noches con sus horas,
no minan con demoras
bullentes alegrías;
ni tiempo ni distancia
diluyen mi certeza
ni quebrantan firmeza
que fluye en abundancia.
Tu amor es fortaleza
blindada a toda duda,
refugio en que se escuda
mi vida con tibieza;
en él mi sentimiento
aguarda tu regreso
tranquilidad profeso
en cuerpo y pensamiento.