Hay días en nuestra vida, que nos cuesta sonreir;
en que las horas, no pasan como de costumbre,
sino que pesan, duelen. Y la reflexión y la confusión,
no te llevan a ningún lado.
Es como si nuestra alma, se hubiera ido fuera de nosotros.
Que no encontráramos dentro nuestro, ningún espacio donde exista paz.
Y preguntamos ¿por qué tener que sufrir en la vida?,
para luego comprender que:
Sufrir es aprender; y aprendiendo, se empieza a crecer;
y creciendo, a sentirse mejor; y al sentirse mejor,
se puede mirar hacia atrás;
y mirar hacia atrás, es como ver una escena ya terminada.
Todo termina, algún día.
Y se puede mirar hacia adelante, para comenzar nuevamente.
Y cuando se llega a ese momento, es posible abrazarse a uno mismo,
encontrarse y sonreir.
En la vida, hay muchos momentos difíciles,
pero todo termina algún día,
y las horas se llenan de luz y de vida,
y el viento comienza a soplar a tu favor.
Todos los que compartimos este momento,
deseamos, sinceramente, lo mejor,
y esperamos que el viento, sople, nuevamente, a favor.
Y confien en Dios que el todo lo puede Filipenses 4:13
"TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE."