Palabras son mi espíritu ahora,
son mi sangre y saliva,
razonamientos abstractos en mi mente a la deriva,
queman sombras del vacío como flama.
No me controlo, solo escribo..
me siento pájaro herido,
conozco el cielo, y mis alas duelen,
no me permiten estable volarlo; derrota
estar inmóvil, el suelo no me pertenece,
siento el viento, se engrandece,
y no puedo acompañarlo,
soy de mis limitaciones,
un condenado presidiario.
Pase tantos fríos trinos,
sin ondear mis alas,
temo al dolor, me paraliza,
miro el horizonte,en mi miedo amainado...
-¡Ingenuo, miedo inútil,
el ocaso a todos llega y extingue!
mira el cielo, recuerda el vértigo,
la herida es ilusoria.
Hoy,
plumas extendidas,
miro el revés del tiempo,
supero mis horrores,
el futuro vacilante ya no me inquietara,
sano por dentro;
ave sin rumbo soy,
enfrento valiente
toda tormenta
canto entre sus lagrimas,
entre sus ramas alectricas
que de hartazgo explotan;
canto a olas
mi poesía,
que alas de más,
le han sobrar.