A mis difuntos poemas
Es tonto preguntar ¿Dónde están? Por que lo se,
Muertos, rotos y quemados por que los mate,
No quería que nadie los conociera egoísta de mi parte,
Que vil fui ustedes fruto de mi mente,
De mis sentimientos.
Engendros, consecuentes
Del coito entre mi creatividad y mi corazón,
Se nublo mi razón, mi convicción,
Rompí, quemé, mate la rama
Donde descansaba mis momentos,
De felicidad, agonía y confusión.
Ahora están destinados
A vagar por toda la eternidad
En el vació de el olvido
Les digo adiós a mis versos
Que entre las llamas difuntos se volvieron.
Carlos Polanco