¡Oh deshumanizada humanidad!
Insensato el humano me parece
cuando piensa que todo lo merece,
ignorando prudencia y dignidad.
Desvirtuando la propia habilidad
sin razones su espíritu envilece,
de arrogancia y crueldad se fortalece,
en aras de acopiar felicidad.
Desafiantes y erguidas ambas manos
blande gestos brutales e inconscientes,
que punzantes, agudos y malsanos
coartan dignidades a inocentes.
Es odioso que siendo tan humanos
de humanismo seamos tan carentes.