Caro Cosentino

Para Dios


Para tí,


magnífico creador de las cosas buenas,


es mi amor y mis disculpas;


son para tí,


mi devoción


y la confesión de mis desventuras.


Pongo sobre tus hombros


la carga de las penas mías,


las dudas y conflictos,


las lágrimas,


pero también mis alegrías.


Entrego mis noches


a la paz de tus cuidados puros,


que igual me protegen en cada sueño


aunque a darte las gracias


muchas veces le huyo.


Te ruego en mi soledad


perdones y confianza,


ayuda para los que quiero


y mucha fe a quien le haga falta.


Te debo lo que tengo


aunque tú no pidas nada,


y te agradeceré eternamente


aunque a veces


me falten las palabras.