Muchacho con tu sonrisa insoportablemente maja
y tu mirada tan intolerablemente atractiva,
me encantaste la vida.
Muchacho con tu rostro inaguantablemente encantador
y tus manos tan irresistiblemente galantes,
sedujiste a mi piel
Muchacho con tus palabras molestamente fascinantes
y tus labios tan fastidiosamente apetitosos,
deleitaste mi boca.
Muchacho de todo lo insufriblemente perfecto
personificas en mi biografía cada sentimiento,
y hoy embelesas mi existencia, sin ningún argumento.