Llega ese punto del ocaso
Que empapa la piel...tu piel,
Llegan los guerreros a tiempo,
Todos en briosos corceles negros,
Llega la historia…para cubrir tu cuerpo.
El Diluvio universal cobijó a
Noé bajo los pechos de Atenea
Y juntos miraron al Olimpo.
Bajo una fina lluvia de oro,
De aquel cielo vigilado por los dioses….
Ceres cultivó el musgo fresco del engendro,
Y le ofreció a Aquiles
el don de la velocidad del viento,
Sentado en la piedra se acaricia
Su talón, desvanecido de vida,
Frescura de boca, presa
Por la ley de las palabras,
Yo fui musgo y ahora soy piedra.
Desocupado de la vida común,
Golpeo las puertas del silencio
Para que me hable la memoria.
Para que te ame desde el lenguaje,
Desde el vacío de la palabra,
Y me llene de ti………..
En el ocaso de la noche.
Julio Casati