Condenado a marchar tras de tu huella,
a aspirar en el aire tu fragancia,
a soñar cada noche con tus besos,
y a despertar sin vos, cada mañana;
con la herida sangrante de tu ausencia,
que en cada pulsación llevo grabada;
perdido sin tu rumbo en mi sendero,
a oscuras sin tu luz en mi jornada...
Contemplando tu brillo día a día,
sin poderme acercar hasta tu playa;
sin poderte ahogar con mis caricias
sin quemarme la piel en tu mirada...
Condenado a callar lo que es un grito
que me explota en el pecho cuando pasas,
al eterno dolor de verte lejos,
y a morir cada noche que me faltas;
a volver a soñar al despertarme,
que en tu flor se perfuma mi alborada;
a creer que lo imposible se hace cierto
y que mi amor por vos, mueve montañas;
que se puede acercar el infinito,
escuchando mi nombre en tu palabra;
y que un día en el cielo de tus labios,
se hará gloria en un beso mi esperanza...