Me he recetado amor tres veces al día,
una porción de olvido cada 12 horas,
4 días a la semana.
¿Para curarme la distancia tuya?
¿Esa enfermedad de ti?
me bastas tú,
pues tú eres la cura.
Y sin embargo aun sigo buscando
un remedio en el tiempo
para mi locura.
Me han recetado pensarte poco,
casi nada.
He tratado de seguir las instrucciones
al pie de la letra, pero no puedo.
Sigues siendo la enfermedad,
y la vacuna, la esencia tuya
se encuentra en mi cura.
Y aun me sigo recetándote; Recetándome
3 veces al día, 7 días a la semana
Para matarte o de una vez morirme.