ULISES CAPELO

Retrato

Cuelgan

vidrios de sus ojos,

su tez,

manto quemado

por el sol;

su boca

cuatro pinceladas

de rubor,

que al abrirse

su sonrisa

se vuelve

un espectro.

 

Su voz

suena

igual que el viento,

distintas melodías

que derriban

la fortaleza

de mi ser interno;

trinares musicales

que endulzan

mis sentidos

como si repitieran

incansable

amor… te quiero..!

 

Viste harapos finos

de etiqueta

en colores frescos,

que cubren su esqueleto

y dibujan

sus contornos

elegantes,

sobrios

que sólo

mirarían aquellos

bohemios y locos

que deambulan

entre hadas,

musas,

diosas,

princesas

y versos.

Líneas

que embriagan

de amor

profundo

hasta perder

el conocimiento.

 

De brazos largos;

manos

de cariño y miedo;

jambas por piernas

que anuncian

el acceso

a un universo

de lujuria,

deseo,

vida,

egoísmo,

fuego,

pasión,

ternura,

guerra,

paz,

misterio.

 

De talle alto,

frente firme

y pomposo alejamiento,

le cruzan

las caderas

un dintel que baila

al ritmo

de alegres zapateos;

de erguida imagen

hacia el horizonte

donde todos se resisten

a un acercamiento

como el pájaro

que está

frente al muñeco

que cuida

los cultivos tiernos,

porque deseando

no puede comerlos.

 

Este es tu retrato

que pinta

mi memoria breve;

plástico, estético,

de permanencia fija

en mis retinas

que se resisten

a ser cubiertas

por cristales húmedos,

velos de carne

y cientos

de retratos

imperfectos.