Cuento en poesía
Carreta con una carga de penas y tristezas en el crujir de sus ruedas, siente que su alma se destroza por un amor imposible, no sabe si llorar o morir, va en su recorrido por calles de tierra y barro, sufriendo su destino...cada golpe del camino lo siente en su corazón mal traído ¿Cómo poder ayudar a ese carretero herido? Que sin destino recorre por las calles de tierra y barro con su alma destrozada por ese amor no correspondido.
Pero ya cumplido su recorrido y en la oscuridad de la noche siente una voz que le dice…no sufras carretero, que ese amor no está perdido, solo pide a DIOS, que ese amor se aparezca en tu camino…el se baja de la carreta y se arrodilla frente a un sauzal y pide con mucha fe la aparición de esa mujer que añora en soledad.
Dios hizo el milagro al carretero herido, presentó a esa mujer en el medio del camino y ella pidió al carretero que la dejara subir…para que juntos siguieran por las huellas de la vida. El subió a la mujer y con su mirada al cielo dio gracias a dios por el favor concedido y ahora el crujir de la carreta, ya no es de pena, es solo de alegría…es tanta su felicidad que de las melodías que salían de ese ruido
¡Nace una poesía!
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz