(Cogito ergo sum, amor)
Pienso, luego existo;
Repetidas veces lo murmuro,
Lo veo, lo distingo y luego siento,
Lo descifro cada vez en mi futuro,
Cuando creo verte ahí dentro.
Existo, solo mientras pienso;
Y qué más gloria si te vas apareciendo,
En cada uno de los rincones,
En las noches y en los días,
En mi mundo y sus colores.
Pienso, luego, no sé si existo;
Cuando de pensarte mucho caigo y desvanezco,
Y entre los recuerdos, solo me revisto,
Me lleno de mentiras al creer que te pertenezco,
Y encuentro la verdad al rodear mi abismo.
Existo y no me queda más que pensar;
Mientras voy soltando lágrimas con tu nombre,
Siendo fiel al esquema de quererte amar,
Ir inventándome cada día para ser el hombre,
Que logre tener todo lo que has querido encontrar.
Pienso, luego existo;
Después de mi existencia, te pienso.
Y al final de todo, dejo de existir.
RCarías.
Guatemala