Duele... (Miró los vestigios de los árboles desarmarse frente a las fuerzas invisibles;
-leyes físicas dibujadas por cerebros impotentes de que hay un Dios suelto
jugando a desarmar la libertad del pensamiento-
y caen esas pequeñas señales torcidas ahogando los suspiros del viento...,
adentrándose en la herida más fatal que he sentido integrarse
con mi sangre íntima hasta crear monumentos eléctricos
en mi corazón fetal que aún no conoce la sinceridad de las mariposas,
y las siente recorrer como cohetes impregnadas de ilusiones quebradas a
través del cristal, que se trasluce por la costumbre de mirar al árbol
sacudido por la salvaje libertad del Otoño,
y sus hojas caen por la naturalidad del viento
y son tatuadas en la piel arenosa y a veces gris de lágrimas
que se pudren en la marchita concavidad de mi tristeza escrita con dolor*)
. . . y duele amar*
me duelen las costillas...,
el movimiento óseo del pecho
la costumbre fatídica de los latidos
el editar de mi ritmo cardíaco
-pensarte hasta olvidarte-
y en esa arritmia amándote,
me dueles a deshoras, me dueles siempre,
me dueles cuando tomó de las puntas el té
y esté se deshoja en mi inevitable sequia de los labios
hasta fenecer en un gusto estremecedor
austero de mi garganta exiliada de gritos
-y sé que debo dar vuelta la página-
pero, hasta cuándo...,
y cuantas páginas
deberé arrancar de mis ojos
hasta que la ceguera sea mi enfermedad patente-emotiva*
¡Duele amar!
me duelen las comillas
asesinas de mi hambrienta congestión interna
saboteando el silencio que llevo dentro...,
hasta desvestir las exclamaciones
impúdicamente haciendo florecer tildes
que en arrogancia mueren
hasta ser vacíos sanguíneos
que al amor secreta ausencia*
y sé que sin saberlo el amor me duele...,
doliendo en lo más profundo del abismo
que todo lo contiene ¡hasta mis lágrimas!
que sangran el cielo
y el atardecer de sombras
lleva consigo un adagio crepuscular
de entre sus alas traslucidas
fermentando mi peyorativa exaltación abstracta...,
Y no sé de dónde proviene todo éste dolor...,
y duele amarte así como te amo,
contando los astros que juegan a cerrar sus ojos
y cuándo los encuentras
laten a composición de tu corazón inventado
en las noches donde te cierras con los sueños...,
y es tan perfecto cantar versos en una noche amarrada a una carta
y ver que ésta se abre, y sé siente volar...,
hasta llegar a tus ojos pegados a la piel...,
que sueñan sueños dibujados en un futuro idílico...,
escribiéndose..., mis ojos se abren olvidándote amar
y aún así el dolor es mi peyorativa definición del amor...*
siendo la sangre pequeños mísiles vitales
entregando la solución de mi muerte
en pequeñas porciones que me hacen recordarte
mientras más te fundes en el olvido,
y más te recuerdo ante estas explosiones internas
que sacuden el cronograma mental
amarrado a la oscuridad dentro de estas cuatro paredes
llamada también corazón, llamado de tantas formas,
que aunque me lo arranque
seguirá persiguiéndome en cada palabra,
prosa y verso, seguirá aunque lo extinga con mi más letal repelente
seguirá acechándome en las noches dormidas
donde siento que vuelo en una caída letal,
amarrado a tu piel que desconozco
pero conozco tantas veces, que siento ahora
tenerlas de entre mis dedos hasta jamás perderla...
... y los puntos suspensivos se liberaron de los terribles corchetes
\"[]\"...
Mayo...
Ciudad Gris de las mariposas otoñales...
Un des-conocido para las fechas contenidas en páginas invisibles...