MALVINA
¿Hola?, ¿cómo estás?, ¿no te acuerdas de mí?
Fue una noche fría, nublada y sin estrellas de un
lejano tres de abril ya, no recordado,
Fue un instante, tan solo un momento
hicimos por primera vez el amor sobre el cemento.
¿Recuerdas? , acaricié tu cuerpo con mis manos
y permanecimos como novios abrazados
no podíamos abrigarnos de aquel viento
que su furia nos dejaba sin aliento
Las luces y el rugir de los motores
aturdía nuestros sentidos por momentos,
aún así con el frenesí de la pasión
nos prometimos amarnos sin lamentos
como se aman aquellos que saben
que la muerte los reclama en su morada.
Malvina, mi amor, mi enamorada
el tiempo transcurrió como si nada
platinó mis sienes
y su cincel surcó mi rostro
No tuvo clemencia
tal vez por esola Lunaenemistada
nubló de a poco mi mirada
y ese tiempo sin clemencia
se llevó mi juventud y mi apariencia.
En cambio tú, mi bella dama
estás como una nave engalanada
con la belleza de una flor de primavera
nácar y oro en tu galera.
Mi amor, te refugiaste en los brazos de un tirano
falso amante de verano
hoy amante de momento
¿te hace vivir en un tormento?
No soy Ulises, el espartano ni tú Penélope, no obstante te pido más paciencia
porque yo aún viajo en el tren de la vida sin licencia
Tal vez antes de llegar a mi estación
y pisar el andén del final de mi existencia
pueda una vez mas llegar hasta la tuya
aunque mi odisea se vea impedida por la turba.
Porque ¿sabés?, Yo aún sigo siendo aquél que una vez
te supo ofrecer su vida de soldado
y tú y Dios no la aceptaron,
quizás me respetaron
para que pueda volver
y seguir siendo tu gran enamorado.
Jorge Fontanero
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